En la comunidad autista, los colapsos o también llamadas Crisis Autistas: Meltdown, Shutdown y Burnout, son experiencias comunes pero poco comprendidas que pueden impactar significativamente la vida diaria. Es fundamental conocer y comprender estos estados para proporcionar el apoyo adecuado a las personas autistas. Vamos a explorar tres tipos principales de crisis: meltdown, shutdown y burnout.
Un meltdown es una respuesta intensa a la sobrecarga emocional y sensorial. Ocurre cuando una persona autista se enfrenta a estímulos o situaciones abrumadoras que no puede procesar adecuadamente. Los síntomas de un meltdown pueden incluir:
Durante un meltdown, la persona puede parecer fuera de control. No es un comportamiento intencionado, sino una forma de respuesta a una situación que perciben como incontrolable o extremadamente estresante. Para manejar un meltdown, es crucial crear un entorno seguro y tranquilo, reduciendo los estímulos sensoriales y proporcionando apoyo emocional sin juzgar.
El shutdown es otra respuesta a la sobrecarga, pero se manifiesta de manera diferente. En lugar de una explosión emocional, la persona autista se retira y se desconecta del entorno, los síntomas pueden incluir:
Durante un shutdown, la persona puede parecer ausente o no responde, este estado es una forma de protección, permitiendo al cerebro descansar y recuperarse de la sobrecarga. Para ayudar a alguien en un shutdown, es esencial respetar su necesidad de espacio y tiempo, evitando presionarle para que responda o interactúe.
El burnout autista es un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por la acumulación de estrés y demandas continuas. A menudo, resulta de la presión para encajar en un mundo neurotípico, enmascarando características autistas y enfrentando estímulos sensoriales intensos. Los síntomas incluyen:
El burnout autista no es simplemente estar cansado; es un estado de agotamiento profundo que puede durar semanas, meses o incluso años. Para prevenir y tratar el burnout, es crucial reconocer los límites, sin embargo establecer un ritmo de vida sostenible es crucial, y crear un entorno de apoyo que respete las necesidades autistas.
Comprender y reconocer los meltdowns, shutdowns y el burnout autista es vital para apoyar adecuadamente a las personas autistas. Estas crisis no son comportamientos intencionales, son causadas como respuestas a un mundo que a menudo no está adaptado a sus necesidades. Al proporcionar un entorno comprensivo y sensible, podemos brindar apoyo para manejar estos estados y vivir de manera más plena y satisfactoria.
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