El autismo y el TDAH son neurotipos, es decir, formas de funcionamiento cerebral que divergen de lo típico, pero que son igualmente válidas y esenciales en la diversidad de la experiencia humana. Las personas neurodivergentes experimentamos procesos cognitivos y sensoriales distintos a los de las personas neurotípicas, lo que no nos hace ni mejores ni peores, sino simplemente diferentes.
Durante mucho tiempo, se pensaba que el TDAH (Atención Divergente, anteriormente conocido como Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) era una condición exclusiva de la infancia y que desaparecía con la edad. Sin embargo, hoy sabemos que esto no es cierto. El TDAH persiste en la vida adulta y afecta de forma única a cada individuo.
Es importante destacar la intersección entre estos dos neurotipos: el 70% de las personas autistas también presentan características de TDAH, y el 30% de las personas con TDAH son también autistas. Esta superposición, conocida como AuTDAH, requiere una comprensión profunda y personalizada.
Con un enfoque neuroafirmativo, ofrecemos opciones de evaluación y diagnóstico adaptadas a las necesidades de cada persona: autismo, TDAH y AuTDAH. Nuestro objetivo es brindar un proceso respetuoso, inclusivo y libre de juicios, que valore la singularidad de cada historia. Comprender tu neurotipo no se trata de encasillarte, sino de conocerte mejor, validar tu experiencia y abrir puertas para el autoconocimiento, el bienestar y el empoderamiento.